Cómo evaluar las propuestas de diseño
Usted ha contratado el diseño de su nuevo logotipo en LogoRapid. Ha rellenado el cuestionario que le hemos mandado, ha esperado los tres días de rigor (laborables – más si hay el fin de semana en medio). Al final, recibe el esperado e-mail con sus propuestas de diseño. Algunas le gustan a la primera, otras no. Algunas parecen raras, otras muy normales. no hay ninguna que sea evidentemente «la correcta».
Y ahora, ¿qué?
La decisión que tome es importante: el diseño que escoja puede que tenga que representar a su empresa durante los próximos quince años. O puede que vaya a invertir una campaña publicitaria en él. O puede que se juegue su reputación ante el equipo de fútbol infantil de su hijo. En cualquier caso, no puede decidir a la ligera.
Afortunadamente, hay maneras sencillas de tomar decisiones como ésta. A continuación le presentamos un método sistemático de evaluar las propuestas de diseño que le presentamos en LogoRapid, que le asegura que se quedará con un logotipo atractivo, popular y que comunicará el mensaje que usted quiere transmitir.
Antes de empezar
Antes de hablar de lo que hay que mirar, repasemos brevemente lo que NO hay que mirar. La evaluación de las propuestas sirve para decidir con cuál se va a continuar el proceso, no se escoge el diseño final. Si hay algo que no sea perfecto, se puede corregir. En concreto, no decida basándose en lo siguiente:
- El tipo de letra
- Los colores
- Los tamaños y posiciones de las partes del logotipo
- Las formas exactas
Todos estos elementos serán objeto de la revisión posterior. Ahora déjelos de lado y fíjese sólo en la idea que le propone el diseñador.
Dicho esto, empecemos con el método.
Ante todo, consulte con la almohada
Todos tenemos ideas preconcebidas de lo que esperamos recibir. Si lo que recibimos se le parece, nos gusta a la primera. Si no se le parece, lo más fácil es que no nos guste, aunque sea bueno. Es normal, es la manera como funciona la mente humana. La manera de remediarlo es tomarse un poco de tiempo: imprima las propuestas, no decida nada de entrada, mírelas de vez en cuando, deje pasar al menos un día, y entonces empiece el proceso. No antes.
Primer filtro: aparte lo que no sirve
Por mucho que el cuestionario sea completo y que los diseñadores sean profesionales, algunas de las propuestas simplemente no encajan con su empresa. Si ve claramente que una propuesta no sirve, descártela. Si ve una que no le gusta en absoluto, descártela. Si una es idéntica a la de un competidor, descártela.
Segundo filtro: para qué sirve
Ahora que ya tiene una serie de propuestas que han pasado el primer filtro, hay que afinar un poco más. Se trata de mirar cada una más en detalle, ver exactamente qué está comunicando, y de qué modo se corresponde con lo que usted quiere transmitir.
Cuando rellenó el formulario, una de las casillas se refería a los aspectos que usted quiere transmitir con el logotipo: profesionalidad, estabilidad, rapidez, modernidad, entusiasmo, etc. Ahora tiene que recuperar lo que puso entonces, compararlo con cada propuesta, y descartar las que no lo cumplan.
Aún puede ir más lejos: una vez descartadas las propuestas que no cumplan con los requisitos mínimos, puede hacer una lista con los mensajes que comunica cada una, y escoger entre los más interesantes para su empresa. Puede que haya encontrado una joya.
Recuerde que un logotipo, para ser efectivo, tiene que cumplir tres condiciones fundamentales:
- Ser memorable: tiene que ser fácil de entender y recordar
- Ser relevante: tiene que ser adecuado a su empresa
- Ser único: la gente lo tiene que poder asociar a su negocio
Tercer filtro: pida la opinión
Si a estas alturas sólo le queda una propuesta, enhorabuena: ya tiene su logotipo. Si todavía tiene varias, le sugerimos que simplemente lo ponga a votación y escoja la más popular. Pregunte a toda la gente posible: familiares, colegas, clientes, proveedores, vecinos, a quien se le ocurra. Vaya sumando votos, y vea qué logotipos parecen más populares.